jueves, 4 de enero de 2024

Provocado por "Se nos lleva el aire".

Pues vamos a empezar el año hablando de la mejor noticia de diciembre: el nuevo disco de "Los Robe". Al lío:


CARA A

1.- "El hombre pájaro". El típico "in crescendo" marca de la casa para irte poniendo en situación. Te coge del brazo y acaba emocionándote. Lo de "sí, con mi propia piel" a mí me pone la ídem de gallina. Pues eso, que vengas para sujetarme, que se me lleva el aire, ¡coño ya! En una entrevista para "El vuelo del Fénix" dijo Robe que esta canción y "El poder del arte" habían sido las últimas en aparecer. Es el camino, claramente.


2.- "Viajando por el interior". ¡Ayayayayayayaya! Empieza y termina con ese quejío (presente en otros momentos del disco) esta locura de canción, a mí en cuanto se pone brutote diciendo "me he vuelto a desorientar" ya me ha ganado. 


3.- "Nada que perder". El sencillo de lanzamiento, la historia de mi vida básicamente, la que se encargó de asegurarme de antemano que este disco tenía que caer. El bajo y la batería que merecemos. Podría haber acabado a los cuatro minutos y ya estaría muy bien pero supongo que Robe pensó algo como "pues me apetece meter otra estrofa, repetir el puente (con lo que se convierte en un segundo estribillo) y añadir un par de solos de guitarra de Woody para que tú lo goces, figura". 



CARA B

4.- "A la orilla del río". La inédita en los conciertos de la gira de Mayéutica. Entra a la primera, bailable, juguetona, no suena en Los 40 Principales porque ya no son lo que eran hace treinta años.


5.- "El poder del arte". La maravilla, es a Los Robe lo que "Impossible Germany" es a Wilco. La música me encanta desde la primera nota, mención especial al guiño del violín (creo que no es el violín, es un punteo de Woody, me he dado cuenta muchas escuchas después) y el bajo justo después de "enerva"; la letra me empieza a interesar a partir de "que me derrumbe el alma" (y a partir de ahí es justo cuando subo el volumen siempre). La batería de esta canción da para tesis, el bajo es una gloria también y Woody ya sabemos cómo se las gasta en sus solos. Reivindación del arte como salvavidas, como única cosa que es capaz de levantarnos en los momentos más oscuros. Un "statement" en toda regla, como dicen los modernos.


6.- "Haz que tiemble el suelo". La que menos me gusta del disco. Me recuerda a "La Canción Más Triste", que tampoco me gusta especialmente. La más floja para mi gusto.



CARA C

7.- "Puntos suspensivos". La que más escucho estos días junto con "Adiós, cielo azul". Muy bonitas ambas (y con una letra bastante triste en realidad). Es bonito todo: la letra, el violín, el bajo, todo. De viento, de puro viento...


8.- Ininteligible. Otra maravilla, el adelanto del disco para poner los dientes largos, las cosas del "hype". Hacía tiempo que no la escuchaba y es grato el hecho de redescubrirla y de volver a ver el videoclip, el ritual de siempre en estos casos.


9.- "Adiós, cielo azul, llegó la tormenta". Preciosa, emocionante. El pobrecito sol sonriente que se cayó por el horizonte, vencido (¿el recuerdo de la puesta de sol que se desvanece?). La foto en la pared y el sol disidente que nunca cae por el horizonte (¿porque queda en la foto congelado como recuerdo?). Dijo Robe en la presentación del disco ante la prensa que es tan víctima como nosotros preguntado por el sentido de sus letras, me parto con él.


10. "Esto no está pasando". El cachondeíto medio punk. Macarra, graciosa, ese deseo íntimo compartido de atracar un banco... Y ahora que hace sol pienso aprovechar...


El único pero: el vinilo, que no es barato, no incluye las letras con lo que seguimos sin saber qué dice en "Ininteligible" medio ladrando.





viernes, 22 de septiembre de 2023

Provocado por Chambao

La única vez que me he emocionado en un Blablacar fue cuando la conductora, una chica muy maja que casualmente tiene casa en el pueblo en el que vivo, pinchó "lo bueno y lo malo" en la versión de Chambao con Estrella Morente. 

Hoy el chavalito de Correos me ha entregado este nuevo intento de levantar la moral y mejorar el mundo en general por parte de la sonrisa más mítica de la música patria. Estoy escuchándolo en Cantabria mientras llueve (como casi siempre por estos lares) y agradezco especialmente la colombiana (mi debilidad), las alegrías y los verdiales.

Yo, que tiendo de manera innata al pesimismo (informado pero pesimismo al fin y al cabo), recurro a su música con cierta frecuencia para mejorar mi "economía emocional" de subsistencia. Este 5 de julio la vi en Cuenca y fue un concierto muy nutritivo, como siempre. Además ese día estuvo acompañando al grupo Enriquito, siempre es una alegría encontrárselo encima del escenario.  

El CD tiene una foto de media cara de ella sonriendo y no se me olvidará su sonrisa y cómo le brillaban los ojos la primera vez que vi en directo a Chambao (en la edición de hace siete años de La Mar de Músicas). 



domingo, 1 de enero de 2023

Provocado por Iván Ferreiro

Empecé a escribir a esto hace más de dos años, la rapidez no figura entre mis virtudes. Los domingos son para saldar deudas pendientes en mi caso: poner lavadoras, dejar un comentario en Wallapop, rellenar partes de horas, subir a la aplicación los tickets para pasar gastos, reservar vuelos, comprar entradas, escuchar como es debido los discos que he estado escuchando de mala manera durante la semana, ver de una vez ese DVD que lleva tres meses cogiendo polvo junto a la tele y leer un poco. Hoy la deuda que quiero saldar es la mía con Iván Ferreiro. 

El ya extinto 2022 ha sido tan raro que ha vuelto a lanzar un disco Jero Romero e Iván Ferreiro ha vuelto a escribir una canción con estribillo. Ambos tienen la capacidad de crear melodías que no te puedes sacar de la cabeza durante días. Tengo unas ganas locas de ver en directo a Jero Romero otra vez y en cuanto a la "Trinchera Pop" de Iván, que he tenido la suerte de escuchar un par de veces en sendos conciertos, pues deseando que el alemán de turno le ceda los derechos de la música, el tipo utilizó las mismas notas que Las Cuatro Estaciones de Vivaldi ("La Primavera" concretamente creo que era) pero en un orden distinto. Iván siempre dice que él no le da importancia a las letras de las canciones (pues menos mal...) pero yo creo que para escribir "En El Alambre" hay que echar un par de tardes como poco.

Han pasado casi catorce años. Aquella fue la primera vez que vi a Iván Ferreiro, era en el Palau de la Música de Barcelona y antes del concierto me encontré con Estela por un lado y con Isabel por otro, ellas también habían ido al Palau aquella noche, en total éramos por lo menos cinco los alumnos de la UPC de Terrassa en ese concierto. Empezó con un señor tocando la guitarra, entre mi miopía y que estaba en el gallinero ni podía imaginarme que debajo de aquella bola de pelo estaba Suso Saiz. Había abierto el concierto Suso Saiz, el productor de "Canciones para el tiempo y la distancia", el de "Inerte" de Los Piratas, yo ya flipé desde la mismísima intro. Hacía cinco días que se había muerto Antonio Vega y no se me olvida el aplauso emocionado del público cuando Iván empezó a tocar "Una Décima De Segundo". Invitó a cantar con él a Love Of Lesbian, unos meses después serían Vetusta Morla quienes invitarían también a Love Of Lesbian a cantar con ellos en Razzmatazz. Aquella primera vez constituyó mi error porque después de aquella vinieron muchas más. No vayáis a verle en directo nunca porque tendréis la imperiosa necesidad de repetir.

Iván Ferreiro mejora todas las versiones en las que participa, como hacía Antonio Vega. Le infunde a las canciones fuerza, tripas, rabia, le transmite esas revoluciones de más a las que gira su cerebro:

Dinero con Iván Ferreiro y Charlie Bautista - Una Noche Más

Quique González e Iván Ferreiro - Vidas Cruzadas

Coque Malla con Iván Ferreiro - Me Dejó Marchar


Hace cuatro años vi a Iván y Amaro en la Galileo con Ángel Carmona (Casa Carmona se llamó aquella buena idea que no tuvo continuidad). Fue memorable desde antes de arrancar el concierto, un episodio con tres chicas que mantuvieron una conversación delirante con un borracho amenizaron la espera hasta tal punto que casi me gustó hacer cola (a mí, que se me suelen hacer eternas las esperas).

Ahora, además de deberle a Iván Ferreiro los buenos ratos de los conciertos y los derivados de la escucha de sus discos, le debo también un par de demandas ganadas por intereses abusivos contra esos usureros que emiten tarjetas de crédito y patrocinan un recinto mítico para el deporte y espectáculos varios en Madrid. Hace más de cinco años vi un tuit suyo que mencionaba a Asesority Abogados y me enteré de que podían reclamarse gracias a él. 

domingo, 17 de julio de 2022

Provocado por Rocío unchained

Anoche vi por primera vez “Tercer Cielo” en directo y me estaba opinando encima cual tertuliano cool. Rocío está desatá sobre el escenario y no sé si hay que agradecérselo a Bronquio, a Antonio Ruz, a Ernesto Novales, a Miguel Marín, al confinamiento, a ella misma o a todos un poco. Acostumbrado a verla con una sobriedad en cuanto a aderezos estéticos que obligaba hasta ahora a centrarse en su voz y el acompañamiento (a menudo una guitarra únicamente), el hecho de verla con el colchón que supone el artefacto sonoro salido de los cacharritos de Bronquio y desplegando todo su arte mediante el baile y la variedad de movimientos y gestos que ejecuta sobre el escenario con su clase y elegancia habituales a mí me hace una ilusión especial. Ya había hecho en anteriores espectáculos tanto algún amago de baile como gala de su sentido del humor pero en este Tercer Cielo consiguen entre ella y Bronquio llevarnos al séptimo.

No se pierdan ustedes en los próximos meses esta rave flamenca. Que el crítico no separe lo que la rave ha unido, y lo digo en singular porque este disco ha sido aclamado de forma unánime por la crítica (por toda la crítica menos por el de siempre imagino, seguro que entre unos y otros le han provocado al pobre ya una úlcera de un tamaño similar al del estado de Montana).




Rocío sigue cogiéndose una muñeca con la otra mano, es un gesto que repite en casi todos los conciertos como midiéndose el pulso, su metrónomo interno natural que le permite entrar siempre en el sitio y con la potencia y emoción adecuadas. Antes le pedía a los técnicos que le quitasen el eco y cualquier otro efecto porque no se reconocía cuando se escuchaba en los monitores, ahora creo que se conoce más y le importa menos lo que digan los demás sobre su carrera y sus decisiones, seguramente ya le da igual no reconocerse y lo que le interesa es precisamente eso: buscarse explorando todas las posibilidades que la técnica ofrece para vestir, disfrazar y jugar con su voz prodigiosa.

Del disco puedo decir poco que no se haya dicho ya, creo que es en general más oscuro de lo que parece pero tiene momentos de alegría y desinhibición, como la vida. Podría hablar de la riqueza de ritmos, la variedad de sonidos y percusiones, de la guitarra de “La Piel #1” que yo hubiera jurado que era una campana, es un disco que da para tesis. Rocío sorprende cuando canta y cuando cuenta, cuando respira, grita, susurra o suspira, cuando espera en silencio como espera ella: sin dejar de pensar ni sentir. Mi favorita es "Mmmm" porque cualquiera que haya tenido la suerte de pasar un ratito cerca de Rocío se habrá dado cuenta de que a veces le viene una melodía a la mente y empieza a cantar bajito entonando precisamente un "Mmmm". Me gustan muchísimo también "Niña De Sangre", "Droga Cara", "Prefiero La Muerte", "Mercancía" y "La Marca". Puede que sea un disco que no entre a la primera pero se queda para siempre cuando consigue entrar, tampoco permite realizar actividades peligrosas o manejar objetos punzantes mientras se escucha porque se precisan todos los sentidos puestos en él y una dosis elevada de concentración para apreciar las letras, los giros y efectos. Si le levantamos el pelo, la marca que lleva en la frente Rocío no es por la que murmura la gente que es pecaora, si acaso será la marca de la libertad, que por algo es la última palabra del disco y en el disco entero está ejercida. Pasarán varios lustros hasta que valoremos en su justa medida este disco y su impacto en el panorama musical.





viernes, 13 de agosto de 2021

Provocado por Mayéutica

El acontecimiento discográfico del año bien merece que vuelva a abrir esta ventanita ("desde que me dejaste...", la palabra ventanita dispara automáticamente en mi cabeza lo de "tengo el alma en pedazos / ya no aguanto esta pena / tanto tiempo sin verte / es como una condena")  al proceloso mundo del interné.

"Mayéutica" tiene todo lo que yo le pido a un disco: que me ponga los pelos de punta, que me emocione, que me levante de la silla, que no me aburra y que me haga esperar cada giro en las sucesivas escuchas. 


Interludio. Un arranque precioso y un na-na-na na-ná que se va cargando de energía y te va hinchando la caja torácica. Los guitarrazos del final ya hacen presagiar un discazo.

Primer movimiento. Después de la catarsis. Te empuja y te eleva que da gusto. Primera unión: la guitarra y el violín, a veces al unísono, subrayando los punteos, conversando entre ellos. Segunda unión: teclados, guitarra y violín a la vez. Si el hecho de que sonasen a la vez flauta, gaita y violín se conoció como "sonido Chieftains", esta unión de teclados, violín y guitarra eléctrica tocando lo mismo a toda velocidad (desarrollada en profundidad durante el tercer movimiento) yo creo que podría considerarse ya como "sonido Robe".

Segundo movimiento. Mierda de filosofía. Se lanzó como sencillo del disco y me chocó cómo podía empezar la canción tan arriba, luego se entiende perfectamente viendo de dónde viene cuando escuchas el disco entero. Ese trocito funky, lo que hace con el bajo ahí ese hombre es mejor que la mitad de los discos publicados este año (y que todos los discos de reggaetón juntos). Un estribillo más cercano al grito que al canto. Que no quiero asomarme ni al fondo de mí mismo...

Tercer movimiento: un instante de luz. Mi favorito. Ese "tú haciéndome llegar al límite, al deseo", ese "ahora siento el cuerpo"; mención aparte merece el "que-he-vénido a buscar". Hay dos momentos en el disco en los que Robe juega con la acentuación (que suele respetar bastante): uno es este "que-he-vénido a buscar" y el otro es el "ya-yé" que hace con "y-hoy-el espacio-tiempo..." y uno, como oyente, agradece ambos porque le hacen levantar las orejas como los gatos cuando se cae algo al suelo; el "con esta flor la pri-ma-ve-ra" y su repetición, gloria bendita. Los cambios de ritmo y de intensidad de la música coinciden a lo largo del disco varias veces con lo que narra la letra y cuando eso sucede a mí es que se me saltan las lágrimas. Me encanta el momento reggae "y estoy harto de sobrevivir...". Este movimiento es una enciclopedia de la música de los últimos setenta años.

Cuarto movimiento: yo no soy el dueño de mis emociones. Aquí Robe va con todo, tira la casa por la ventana. Despliegue de todos los misiles: una batería que suena como si cada golpe fuera un cañonazo, un violín inspiradísimo, guitarreo por doquier y punteos hechos con el violín, "yo no sé si el maaaar, si el maaaaaar...", "el suelo se mueve, en serio, se mueve, me desequilibraaaaa", "yo no soy el dueño de mis e-mo-ciones...". El otro juego con las sílabas "ya-yé", el momento tranqui casi jazzístico con una batería contenida y unos teclados juguetones. Este movimiento es como si Robe tuviera todos los discos que se han publicado este año encima de la mesa, los tirase al suelo barriéndola con el brazo como en las películas y dijera "a ver chavales, esto se hace así".

Tremendo el vozarrón que a veces es un coro y otras un instrumento más.

"Mayéutica" empieza con un interludio porque está concebido como la continuación de "La ley innata", como todo el mundo sabe ya a estas alturas.

Dulce introducción al caos. Maravillosa, con Vicky Gastelo haciendo coros (demasiado bajito pusieron su voz en la mezcla para mi gusto). Con el homenaje al "Jesús, alegría de los hombres. Cantata 147" de Bach. 

Primer movimiento: el sueño. Repetitiva, como los sueños. Incluye algunas pesadillas. Con un guitarreo y un estribillo imposibles de no cantar. Tiene una progresión melódica justo al final que se encuentra mejorada y ampliada en Mayéutica.

Segundo movimiento: lo de fuera. El "se acabó" y sus consecuencias, los cristales rotos, el derribo, el futuro incierto. El "eje del salón" que también aparece en el interludio de Mayéutica. Un final con metales circenses (soy muy partidario de las fanfarrias). 

Tercer movimiento: lo de dentro. El destino, que siempre miente. "Maldita sea la luz que me desvela". Guitarreo del bueno, desesperación y rabia. 

Cuarto movimiento: la realidad. Mi favorito, el que va directo a hurgar en la herida. "Perdí el sentido del camino". Con Ara Malikian al violín. Como sucede en Mayéutica, el cuarto movimiento es una especie de resumen de los tres anteriores y contiene toda la emoción del disco en un frasquito para colgártelo del cuello.

Coda flamenca. Las codas no me gustan, ninguna de las dos. 

El día de mi cuadragésimo segundo cumpleaños tenía planeado ir a Sevilla a ver el concierto correspondiente a la gira de despedida de Extremoduro, nunca he llegado a verlos en directo. Robe decidió que pasaba de la gira y se cancelaron los conciertos pero si va a seguir sacando discos así, por mí puede seguir cancelando todas las giras de despedida de Extremoduro que quiera.

El otro día Robe (y el resto del grupazo que ha montado) hizo una emocionante rueda de prensa para presentar la gira de este otoño, creo que es la primera rueda de prensa que veo entera. Dijo que tenía otro disco entero en la cabeza y que las canciones eran todavía mejores, se me hace la boca agua.


El otro acontecimiento ha sido la publicación del "Portas" de Marisa Monte con, por primera vez desde hace diez años, un puñado de composiciones nuevas. "Elegante Amanhecer" y "A Lingua dos Animais" me ganaron al vuelo, desde la primera escucha, entran muy bien. 

En otoño llegará el nuevo de Quique González y esa gira promete ser de las mejores de su carrera porque está cantando y tocando la guitarra mejor que nunca.

viernes, 28 de junio de 2019

Provocado por la apropiación cultural

Hoy voy a hablar del absurdo tema de la apropiación cultural, que está de moda. Yo creo que no había oído hablar de este concepto hasta que una asociación de gitanas flamencas acusó a Rosalía de ello (a Rosalía le han dado hasta en el carné de identidad por todo en general, cualquier excusa es buena).
O a lo mejor sí que había oído hablar de ello pero no con ese nombre, una amiga de Benín acusó a Angelique Kidjo de eso mismo: de apropiarse de la tradición de su país y presentarla como una creación propia.

El country adoptó el violín de la música celta, el flamenco incorporó el cajón peruano, el fado se quedó con la guitarra inglesa, la influencia africana en toda la música en general es innegable. Y luego está M.I.A. que podrían decir que se ha apropiado de todos los sonidos del mundo.

A primera vista podría parecer que hay una competi entre Rozalén, María Arnal y Raquel Lúa por ver quién imita más y mejor a Silvia Pérez Cruz pero el argumento se cae rápido teniendo en cuenta que la propia Silvia dijo hace tiempo que había escuchado a muchas ancianas por los pueblos de Estepaís (a.k.a. España) que cantaban igual que ella. No sé si alguien acusó a Silvia de impostar el acento andaluz cuando formaba parte de Las Migas, que digo yo que cada uno podrá hablar y cantar con el acento que le apetezca.

¿Y el cine de qué se apropió? ¿Y los videojuegos? ¿Y la pintura hiperrealista se apropia de la realidad? ¡Cuánta tontuna!

La cultura no son sacos de manzanas a granel. Las manzanas no se plagian, se roban. Si se usan dos verbos distintos será porque no es exactamente lo mismo. La cultura tendría que compartirse (además de venderse para garantizar un mínimo sustento vital de sus creadores, recopiladores y transmisores). No se trata de pagar derechos de autor a la R.A.E. por usar cada palabra del diccionario ni a los romanos cada vez que pisemos una carretera pero estaría bien que la gente que intenta vivir de algo relacionado con el arte lo consiguiera y tuviera el reconocimiento que merece (si es posible en vida).

jueves, 28 de marzo de 2019

Provocado por Rocío Márquez (de nuevo)

Hace justo un mes Teo Sánchez organizaba un programa especial en Casa Patas con entrevista y avance de algunos temas en directo del nuevo disco de Rocío Márquez que se pondría a la venta pocas horas después.

El 15 de septiembre del año pasado, antes del concierto Momentos Alhambra en Barcelona, Ernesto Novales me dio cuatro pistas acerca del nuevo disco de Rocío, me gustó tanto lo que oí que creo que me puse a aplaudir dando saltitos cual GIF de Twitter. Pensé que era el disco que le faltaba para que se animaran a escuchar cómo canta los que todavía no lo habían hecho.

El disco se compone únicamente de tres elementos: la voz perfecta de Rocío, la guitarra original y creativa de Canito y la percusión precisa y discreta de Agustín Diassera. A veces no hace falta más para que algo te llegue.

Es un disco de largo recorrido. Da para muchas y espaciadas escuchas y estos son algunos de los momentos que más me han llamado la atención y emocionado:
- “Luz de Luna” entera.
- El final espectacular de “Trago Amargo”.
- En “Entorna la puerta” hay doce segundos de éxtasis sonoro a un minuto y seis segundos del final del tema.
- “No Sentir” te deja como si ya lo hubieras sentido todo cuando acaba.
- La primera vez que escuché “Llegar a la meta” en directo estuve los cuatro minutos con la boca abierta.
- Mis favoritas son el “Quiero” de Bambino al que le ha quitado dramatismo pero le ha aportado una profundidad que hace que quieras escucharla en bucle hasta que te hartes y “Más Verdad”, ya me gustaba la letra cuando se la había escuchado en directo alguna vez y los arreglos de Canito desde la introducción al oleaje de notas en la parte central me parecen una genialidad.
- Creo que los bonus track empiezan con los ladridos lejanos del perro pero no queda muy claro. En cualquier caso podrían de igual modo haber sido los temas centrales. Los dos fandangos con los que suele acabar los recitales de flamenco clásico (con dos arreglos tan diferentes de Canito) son para entrar a vivir.
- Es curioso cómo juega con la voz en las coplas: parece que se le va a quebrar pero sin llegar a hacerlo (esa cuerda floja por la que camina siempre Silvio Rodríguez) en el “crujío frío y seco” para luego soltar toda la potencia antes del último “se nos rompió el amor” (¡cómo coge aire ahí!).
-“Andaluces de Jaén” con Kiko Veneno.

Resumiendo: que es un discazo y que esta noche vuelve a ofrecer un adelanto en el Teatro Maestranza de Sevilla dentro de un espectáculo dividido en tres partes bautizado como “Alternativas”, jugando con la proximidad de la plaza de toros, y el 10 de abril será el estreno absoluto en los Teatros del Canal de Madrid dentro del exitoso Festival Internacional de Arte Sacro (quedan algunas entradas en el anfiteatro a precio de caña y tapa en Malasaña) en el que ya participó hace unos días con su “Sinestesia” frente a cuadros de Rubens del Museo Del Prado.

lunes, 7 de enero de 2019

Provocado por las expectativas


Si nada lo impide este 2019 para mí viene con un Low y un Viña Rock debajo del brazo. También con Vicky Gastelo en la Galileo, Leiva en el Palacio de los Deportes, con Rocío Márquez y Jorge Drexler en Pamplona entre otros conciertos, no creo que muchos más.

Caerán nuevos discos de Rocío Márquez, Leiva y Rayden. Quique González dijo el otro día que estaba preparando algo para este año pero no especificó si era un disco o una gira o qué.

Espero bastante de los nuevos discos de Rayden y de Leiva; Rocío Márquez va a un ritmo de discazo por año ("Diálogos de Viejos y Nuevos Sones" es una delicia de llorar a lágrima viva) y ella siempre supera las expectativas.

A ver si cae libro nuevo de Carlos Castán y con esto para mí ya estaría, ya me compensaría el 2019 aunque mi hermana se haya encargado de recordarme desde el primer día del año que a lo largo del mismo se producirá un hecho relevante: cumpliré cuarenta años. Es muy simpática ella.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Provocado por el éxito de "Me Dejó Marchar"


En el Sonorama del año pasado vi un rato del concierto de Coque Malla y me apunté en el móvil una canción que me gustó, suponía que se llamaba "Me dejó marchar" porque lo repetía varias veces en el estribillo. Hay algunas canciones de Coque Malla que me gustan mucho y esa era una de ellas. No busqué la canción inmediatamente, de hecho no llegué a buscarla y, tras el éxito del videoclip de su concierto en Madrid, he vuelto a ver la nota en el teléfono con el título de esa canción. En el vídeo todo sale bien: Iván Ferreiro está disfrutando como un niño, suena todo de lujo (y suenan muchas cosas), el público del teatro está emocionado (en fin, que el público de Madrid es gloria bendita). Es un vídeo que no puedo evitar reproducir un par de veces seguidas y supongo que le pasa a mucha gente lo mismo y por eso se ha visto casi cuatro millones de veces:

Coque Malla e Iván Ferreiro - Me Dejó Marchar

Hace mucho tiempo que empecé a escribir esto y no se habían lanzado todavía sendos pelotazos de Rosalía: "Malamente" (18 millones de reproducciones y subiendo) y "Pienso en tu mirá" (más de 12 millones de reproducciones). Los vídeos están muy currados y el hecho de que todos los famosos del mundo aparezcan en Instagram cantando tus canciones también ayuda un poquito.


Los discos que espero para después de verano:


- "Diálogos de viejos y nuevos sones" de Rocío Márquez, Fahmi Alqhai, Rahmi Alqhai y Agustín Diassera. No busquéis más, no habrá disco más bonito y original publicado este año. Hace unos meses en Manresa, después de un concierto de este espectáculo, escuché una conversación entre dos parejas de amigos, uno de ellos decía "posiblemente sea la mejor de las jóvenes". Sin duda es la mejor, Rocío crea en cada concierto, crea casi sin darse cuenta porque lo de crear y emocionar parece que es innato en ella, practica la búsqueda constante de la belleza en cada nota que canta, el público es consciente de ello y tiene la certeza de estar ante esa exquisitez a la que tan fácil es acostumbrarse.

- "Lo he vuelto a hacer", el nuevo disco de Vicky Gastelo. La conocí gracias a los programas de Santiago Alcanda en cadenas diversas en los que Quique González y Gastelo caían día sí y día también. Fui a verla a la presentación de "Ahórrate Las Flores" en la FNAC de l´Illa Diagonal, luego la vi como telonera de un concierto de la gira de "Avería y Redención #7" y ya en Madrid la vi varias veces en el Libertad 8, la sala Clamores, la Galileo y ahora hace tiempo que no la veo en directo y tengo muchas ganas de volverla a ver.

Del disco de Gastelo no he oído nada pero seguro que está muy bien porque los anteriores lo estaban y ella escribe que da gusto. Del "Diálogos" espero que sea un exitazo porque la propuesta lo merece.

También espero los discos de César Pop y Jero Romero pero el primero parece que no encuentra el momento para grabar sus nuevas canciones y del segundo no se sabe nada (y creo que no hay mayor consenso en la península ibérica que el suscitado por la necesidad de un nuevo disco de Jero Romero pero ya).

El panorama musical patrio de los últimos treinta años sin Suso Saiz, Refree, Ricky Falkner, Charlie Bautista, Paco Loco, Paco Román, Luis Alberto Segura y alguno más que se me olvide no habría sido el mismo, de hecho casi seguro habría sido bastante peor.

lunes, 20 de agosto de 2018

Provocado por un verano melancólico

Este verano está siendo melancólico en líneas generales por muchos motivos y entre ellos por dos retiradas, dos anuncios de retirada que uno es consciente de que tendrán que producirse algún día pero tampoco hacía falta que fuera tan pronto: la de Dani Pedrosa del motociclismo y la de Mara Torres de La2 Noticias. Aunque desde que ya no se emiten en abierto las carreras de motos y aunque más de una vez me quedara dormido en el sofá esperando a que acabara el insulso documental de turno (programado con el único objetivo de retrasar la emisión de La2 Noticias) no siguiera tan de cerca como me hubiera gustado ambas trayectorias, yo tengo a ambos como referentes y los miraba cuando tenía un mal día como otros miran a la Virgen del Rocío. Cuando Dani volvía a quedar cuarto pero a pesar de ello seguía manteniendo la ilusión para la próxima carrera, cuando volvían a relegar la emisión de La2 Noticias a la una de la madrugada habiendo sido la de la noche anterior a las once y media pero a pesar de ello ahí estaba Mara bailando al final del informativo como si no fuera con ella el agravio. 

También me recuerda el paso de los años. El tiralíneas, el pilotaje más limpio y elegante que hayan visto los circuitos, los comentarios de Ángel Nieto, la caída de Australia en la que Dani se rompió los tobillos después de haber ganado el campeonato matemáticamente, el bloque en el que vivían sus padres y que alguna vez me tocó repartir cuando era cartero en Castellar, el recibimiento en el balcón del ayuntamiento al que pensé en ir pero al final no fui. 

La2 Noticias se caracteriza por la ironía fina de los golpes de José María Coto (todavía me estoy riendo del "eurovisivo discurso"), la zarigüeya, el ministro de la Felicidad de Bután, las carreras más inverosímiles, las exposiciones y conciertos, el tono didáctico de Mara Torres. "Torres y Reyes", la noche del Planeta, la lectura de los libros de Mara y la primera vez que la vi en la firma de El Corte Inglés de Goya, la emoción de que al decirle mi nombre ella me contestara con mi apellido (se lo había aprendido de tanto darle la brasa en Twitter). 

De ambos lo que me admira es su resistencia ante las condiciones más adversas porque a mí me gustaría acercarme aunque fuese de lejos a esa fuerza de voluntad, a esa capacidad de sobreponerse a las dificultades y superar los obstáculos que puedan encontrase en su camino. 

Ojalá no se vayan muy lejos y podamos verlos en otras pantallas para que sigan siendo nuestros referentes.

Contribuye a esa melancolía la escucha obsesiva del "Pequeños, medianos y grandes éxitos" de Luz Casal. ¡Qué colección de maravillas y qué variedad en los arreglos! Canciones que ya no recordaba que me gustan tanto: "Ni tú ni yo", "Pueden ser tantas cosas", "Palabras guardadas", "Te dejé marchar", "Dame un beso", "A veces un cielo"; canciones que me llevan por ejemplo a una cuestión relacionada con la cornamenta de unos conocidos que comentamos en su día mi madre y yo mientras en la radio de la cocina sonaba muy oportuno el "que el amor es un misterio y que importa sólo a dos" de "Besaré el suelo".