jueves, 25 de octubre de 2012

Provocado por los refugios

La música es un refugio. Y la literatura y el cine y la radio y los recuerdos y la imaginación y cualquier cosa que nos ayude a escaparnos del tedio, a protegernos de toda la mierda que nos rodea e incluso de la que no nos afecta directamente pero que nos indigna simplemente por tener noticia de su existencia.

Este año está siendo el mejor en cuanto a sueños cumplidos musicalmente hablando: he tenido la oportunidad de ver a Radiohead y a Muse. Dos conciertos muy diferentes y de los que esperaba mucho, que cumplieron todas mis expectativas con creces y que no creo que llegue a olvidar nunca.





El mes de noviembre va a ser muy gallego (Iván Ferreiro y Xoel López en sendos conciertos que acogerá La Riviera) y voy a asistir al estreno de Silvia Pérez Cruz en solitario. Yo soy muy de Silvia Pérez Cruz y muy de Mayte Martín. Por su elegancia, por su versatilidad y por su emoción. Me encanta que por fin Silvia esté teniendo el reconocimiento que se merece y que llegue cada vez más gente la conozca y sea capaz de apreciar lo buenísima que es.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Provocado por el cierre de la carnicería


Crudas tardes,

En el último escobazo, el poder ha echado el cierre a la carnicería de Radio 3. "Carne Cruda", el programa dirigido por Javier Gallego que en sus tres años de vida ha conseguido meterse en las entrañas de sus oyentes de tal modo que su eliminación nos ha dejado un sentimiento de orfandad únicamente comparable al que dejó en mí la patada en el trasero a "Diálogos 3". De hecho ambos despidos han sido bastante similares: sin avisar, por la puerta de servicio, sin dar siquiera la oportunidad a sus directores de despedirse en antena. La diferencia es que cuando la que había sido compañera suya en los inicios del programa echó a Ramón Trecet, una vez convertida aquella chica de voz tan dulce y melosa en directora de Radio 3, no existía Twitter y no supimos cómo reaccionar. Ahora que resuenan en nuestras tripas esas melodías combativas de casquería sonora, ahora que no podemos escucharlas en su horario habitual, sin carne fresca ya, como producto que no se considera básico según la última subida del IVA, tendremos que conformarnos con escuchar los filetes congelados, auténticos secretos podcasteados, entrecots jugosos como la antológica entrevista que le hizo Javier a Albert Pla, o la que hizo a Lolo Rico o a El Roto o a Chavela Vargas apenas un par de semanas antes de su muerte. A estas horas tendríamos que estar escuchando las aventuras de Kurt y Courtney o disfrutar de algún abordaje tuerto. Pero la crítica molesta al poder y lógicamente no se va a promover desde dentro. Será un procedimiento lógico pero es también asqueroso y enfermizo.  

Dicen que Cristina Cifuentes tiene una lista preparada por ahí de unas mil personas que están metidas en todos los follones y que le resultan molestas (para ella serán antisistema o terroristas o cualquier cosa). Cris, guapa, no te olvides de mí, anda!



martes, 31 de julio de 2012

Provocado por la estupefacción

Sumido en la estupefacción como estoy, he decidido evadirme comprándome un juguete nuevo. Se llama Arduino UNO. Es una... Voy a transcribirlo para hablar con propiedad: "Open-source electronics prototyping platform". Made in Italy.

www.arduino.cc


No tengo ni idea de electrónica. En su día estudié en la universidad algo en una asignatura o sea que los nombres me suenan (relé, potenciómetro, resistencia...) pero poco más. No pretendo descubrír el Blossom de Higgs ni nada por el estilo. Simplemente quiero hacer una lámpara que se encienda sola cuando detecte movimiento y sea de noche, claro está. Ya está, no parece muy difícil... Ya os lo contaré.

Vi a uno de los creadores de este invento en La Nube, el maravilloso y extinto programa de La 2, del también extinto de momento del ente público de radiotelevisión Toni Garrido. De todas las injusticias del mundo, su despido es de las más grandes. Ya había oído hablar de él, de Arduino, en el EBE creo recordar o alguna web de tecnología me había llevado hasta su web y me gustó porque no era necesario soldar, no parecía peligroso. También os lo contaré.

lunes, 18 de junio de 2012

Provocado por un cumpleaños


Siempre hay un día que es el último. Normalmente tú no lo sabes y el día tampoco. Es mejor así. Siempre hay una tarde que será la última en la que te sientes en esa piedra de tu calle preferida del pueblo que marcó tu infancia. Siempre hay una despedida que es la última, le dices adiós a aquella chica que lo fue todo para ti durante una hora, o un día, o un año, o diez. Y nunca más os volveréis a ver porque ella no quiere o eres tú el que no puede o porque no existe excesivo interés por ninguna de las dos partes, o por olvido, o por descuido, por orgullo, por miedo, porque ella tiene que ir a la peluquería y tú a comprar el pan y no coincidís y nunca más volveréis a coincidir, pero ella no lo sabe y tú tampoco y el día menos. A veces interviene el destino para remediarlo y procura que te cruces con ella en una calle por la que nunca pasas justo cuando ella está visitando la ciudad en la que no sabía que tú vivías, ni tú sabías que ella estuviera de viaje. Otras veces el destino pasa de ti y de ella y de todo y se encarga de que se hunda el Titanic o de que entre un triple en el último segundo.

Por ejemplo, si hoy el día hubiera sabido que era mi último día con esta edad que no es repetitiva, habría tenido la decencia de brillar el sol y de ser la brisa limpia y fresca, como el aire de Menorca, en lugar de este bochorno atormentado que nubla el respirar. Pero el día no lo sabía, yo sí aunque nunca se lo dije, por si se le olvidaba. Por si se le olvidaba al día y a la vida, esta vida que siempre parece que nos da menos de lo que quita, pues te va entregando un día tras otro de a poco y luego de pronto un año entero se lleva. Cumplo treinta y aparecieron casi sin darme cuenta otros tres. Quedan diez euros con cuarenta en mi cuenta corriente y ocho puntos en mi carné. Canas en la barba, calvície déjame. Llamadas pendientes, algunos trofeos, banderas blancas, ilusiones cumplidas, muchas derrotas y decepciones. Cuando de pequeño me imaginaba con esta edad siempre tenía un coche más grande, un sueldo mejor y llevaba corbata porque todavía no sabía lo incómodas que son. 

Tengo el estribillo pero me falta el resto de la canción, a lo mejor el año que viene:

Llevaba impreso en la mirada un "ojalá",
un "no me fío", un "ya he querido y nunca más".
Un adiós triste, un "ahí te quedas",un "y no vuelvas",
un "qué más da".

sábado, 5 de mayo de 2012

Provocado por las señales

A veces recibes señales por distintas vías que te indican algo en concreto: una ciudad, una persona, una canción. En mi caso, esta vez las señales me han llevado a una canción: "Famous Blue Raincoat" de Leonard Cohen y mis guías han sido Carlos Castán -la cita en su libro "Papeles dispersos"- y una chica que la escogió en un programa de Radio 3. El libro fue publicado en 2009 pero yo no me enteré y lo estoy leyendo a ratos estos días, escuché la canción mientras esperaba en el aeropuerto, en un programa que apenas sigo. Seguramente la había oído antes porque la melodía me resulta muy familiar pero nunca me había percatado de la historia que cuenta. Una canción perfecta para escuchar una y otra vez en esta tarde gris tras una siesta que duró tres canciones y media de un disco de Rosa Cedrón.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Provocado por la chica de Adventure



La Chica de Adventure


Ella había llegado un poco antes y ya estaba sentada esperando. Yo no me senté a su lado, subimos juntos en el ascensor, cruzamos las miradas en diagonal, amagamos una sonrisa. Al acabar nuestras respectivas entrevistas bajamos juntos de nuevo, esta vez no las amagamos. Antes de empujar la puerta giratoria del edificio de oficinas ya estábamos comentando la jugada.

La chica de Adventure es alta, delgada, rubia, ojos claros, elegante, tiene acento del sur pero no sé distinguir del sur de dónde. Descubro que es colombiana, llegada a Madrid desde Sevilla previo paso por Nueva York. Suma sal, gracias y picardías de ambas orillas. Tiene un cutis de photoshop, las pestañas largas y aires de marquesa. Cuando consigue despegar sus dedos de la blackberry, saca del bolso una bolsa de tela para cambiarse los zapatos en el vagón; está buscando piso, tiene programadas unas cuantas visitas, baja en Tribunal. Me desea suerte y yo que le vaya muy bien, sin besitos de despedida. Mejor.

La chica de Adventure se llama Mara o María o Mararía. Se llama como yo quiera porque nunca pregunté su nombre (ni ella el mío). Puede que venga a vivir a mi barrio, puede que vaya yo al suyo. No creo que nos volvamos a ver y no me importa (a ella tampoco). Señores de Adventure, no me contraten si no quieren, yo tropecé con lo mejor de su empresa: la chica de Adventure, que no trabaja en Adventure, todavía.

viernes, 27 de enero de 2012

Provocado por Rapimoto



Anoche una conductora de 21 años embistió a un motorista de 33 en Madrid. 


Ayer por la tarde acudí a un evento en el garAJE en el que el fundador de la marca de motos eléctricas BERECO presentaba su nuevo invento: un ciclomotor eléctrico plegable. Expuso que una de las aplicaciones de este vehículo podría ser la de utilizarse por unos conductores autónomos de forma que ofreciesen sus servicios como chóferes a domicilio.

La idea es simple pero a mí me parece brillante: 

1.- El conductor acude con su ciclomotor eléctrico plegable a la discoteca, casa, playa, polideportivo, hospital, descampado o cualquier lugar susceptible de reunir a personas que no estén en condiciones de conducir de vuelta a casa.   

2.- Guarda el ciclomotor en el maletero del coche de la persona que ha pedido el servicio y conduce en su coche hasta su casa.

3.- El conductor saca el ciclomotor del maletero del coche del cliente y vuelve al local que le haya avisado para llevar a otra persona a casa.



¿Cuánta gente estaría dispuesta a adquirir una moto eléctrica y convertirse en chófer durante algún fin de semana para sacarse un sobresueldo si las cuotas de autónomos fueran de 25 € al mes en lugar de 250? Yo por lo menos sí. 

¿Cuántos accidentes se evitarían así?

lunes, 16 de enero de 2012

Provocado por Paco Bastante

La dignidad del músico.

La tarde del 21 de junio de 1997 fui a l'Illa Diagonal. El metro falló y llegué tarde, Dover ya había empezado a tocar. Después de su actuación cantaba Hilario Camacho. El bajista de Hilario era un tipo alto, serio, que se quejaba a menudo de la pésima calidad de sonido y en un momento dado le dijo a Hilario "esto es una vergüenza", él asintió resignado y le hizo un gesto con las manos para que se tranquilizara. Yo estaba en primera fila, éramos cuatro gatos. Hilario acababa de publicar un disco en directo. El bajista era Paco Bastante.

El año pasado se cumplieron diez años del lanzamiento del disco de Quique González titulado "Salitre48" y Santiago Alcanda hizo un programa especial en Radio 3 en el que entrevistó a varios músicos y les invitó a cantar algunas de las canciones de ese disco. En ese programa me enteré de que la música de "La ciudad del viento" era obra de Paco Bastante y en esa entrevista dijo que él normalmente no hacía "guachi-guachis", que sólo participaba en las cosas que le parecían buenas y la letra de esa canción era una maravilla.

Algunos meses después cantó Olga Román en el Conde Duque y el bajista era de nuevo Paco Bastante, catorce años después volví a ver su elegante balanceo al acompañar la voz de Olga, el mismo gesto serio, el mismo pelo (pero esta vez cano). El sonido del Conde Duque también es mejorable. Esta vez el público era más numeroso.

A lo largo de todos estos años las cosas han cambiado un poco: Hilario no aguantó las injusticias, ahora las discográficas pretenden quedarse parte del dinero recaudado en los conciertos además del trozo más grande del pastel de la venta de los discos, los músicos tienen más opciones para darse a conocer y distribuir sus creaciones, pueden montarse un estudio en su casa por mucho menos dinero que antes. Lo que no tengo tan claro es que hayan ganado algo en cuanto a la dignidad y el respeto que reclaman. Para eso son necesarios cambios en las actitudes y parece que hacen falta más años.


martes, 10 de enero de 2012

Provocado por Grapefruit Moon

Closing Time es un disco de 1973. Es el primer disco de Tom Waits y creo que tiene bastante mérito conseguir esa atmósfera, crear estados de ánimo así a la primera. A este disco me llevaron las versiones que de "Martha" hizo Meat Loaf y la que hizo Brian Kennedy de "I hope that I don't fall in love with you". La Wikipedia me acaba de descubrir que The Eagles hicieron en su día una versión un poco edulcorada de Ol' 55.

Tom Waits ha ido construyéndose desde entonces al mismo tiempo que destruía su voz (y posiblemente su hígado y sus pulmones). Tiene cientos de buenas canciones y su originalidad a la hora de actuar es incuestionable, además es un tipo muy ocurrente.

Y como cuando te atrae un paisaje y al llegar al lugar descubres otras cosas que te interesan tanto o más que el paisaje, a mí me llevaron a este disco dos canciones que me gustaban y allí descubrí otra que tiene una de las melodías más bonitas que haya podido escuchar en mi vida: Grapefruit moon. Es una canción que te hace tener ganas de aprender a tocar el piano.



Hay muchas versiones en el youtube de este temazo, a mí me han gustado bastante estas dos:

http://www.youtube.com/watch?v=qRVsxCSwRJU&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=V2yrwu5eZ1Y&feature=related