lunes, 12 de diciembre de 2016

Provocado por Rocío Márquez


No había oído hablar de Rocío Márquez y la conocí gracias al disco "Una Luz Flamenca" que montó hace pocos meses Javier Limón con varias intérpretes aportando su toque flamenco a algunas canciones de Luz Casal (a mí las versiones que más me gustaron fueron la de La Shica y la de Rocío Márquez cuya voz te atrapa, te corta la respiración, te emociona y te provoca una admiración sin remedio incluso aunque no tengas ni idea de flamenco). Busqué sus discos en iTunes (compré los dos que hay disponibles) y cuando en agosto fui a La Unión a ver a El Cabrero, al salir había un puestecito de deflamenco.com y pregunté si por casualidad tenían los de Rocío Márquez (me llevé los mismos que había comprado en iTunes). Le dije con cierta nostalgia al señor deflamenco.com que había comprado algún CD en la tienda que tenían en Madrid, en la calle Moratín, antes de que únicamente vendieran los discos por internet. Él me dijo que efectivamente Rocío Márquez es una maravilla, que tiene una voz preciosa y que con "El Niño" me estaba llevando una joya y yo, que coincidía en todas sus apreciaciones, me fui tan contento a casa.

La única explicación que se me ocurre para tratar de entender el motivo por el que no es más conocida es que la gente no la ha escuchado, porque en cuanto escuchas su voz perfecta y el buen gusto con el que canta te quedas enganchado a su voz para siempre. El escuchar cómo canta tiene que ser bueno hasta para el riego sanguíneo y cualquier día lo recomiendan por prescripción facultativa.

El sábado pasado éramos pocos en Nerja, hace ocho años fui a ver a Silvia Pérez Cruz a Sant Cugat del Vallés (cantaba temas de Bill Evans con Joan Díaz al piano), la actuación era en el Casal de Joves de Torreblanca y gratuita, a pesar de todo el público era más escaso incluso que el del sábado. Yo no lo entendía pero creo que la causa era la misma: la gente no la conocía, no la había escuchado todavía, no existe otra explicación para ambos casos. Concurren en Rocío Márquez las mismas virtudes que en Silvia: una voz preciosa, un estilo personal en constante perfeccionamiento y evolución, exquisito gusto, versatilidad, valentía, humildad, generosidad, fuerza, dulzura y una simpatía extrema; también a Rocío le darán un Goya, un Oscar o lo que sea, es cuestión de tiempo.

Conciertos como los de Silvia y Rocío son de los que te reconcilian con el ser humano y con la vida en general, sales de ellos con la sensación de que hasta eres mejor persona de lo que eras antes de haber entrado.