viernes, 20 de febrero de 2015

Provocado por La2 Noticias


Cuando ya hemos desayunado, comido y cenado informativos, a una hora indeterminada entre las once de la noche y la una de la madrugada, algunos (seguramente bastantes más de los que aparecen en los índices de audiencia y esas cosas) vamos a por el postre a #La2N. Y a veces es un bombón y otras una manzanilla, un orujo o cualquier cosa que nos haga tragar las desgracias del día. Y vamos cada noche porque encontramos ahí cosas que no hemos visto en ningún otro sitio, noticias que para otros no lo son.   

¿Cuántas noticias recuerdas al cabo de un tiempo después de verlas? ¿Cuántas veces tienes la sensación de estar ante un reportaje que es una obra digna de mostrarse en cualquier museo de arte moderno? A veces parecen cortometrajes o son como videoclips, otras como pequeños documentales históricos. 

Es diferente lo que cuentan en La2 Noticias y cómo lo cuentan tanto Mara Torres como el resto de periodistas que trabajan cada pieza como si fueran artesanos y procuran que cada una de ellas sea única y tenga su toque personal. Sus características: la ironía a ratos, el tono sosegado siempre, lo que miran y con qué ojos miran (poniendo en práctica lo de "que te aproveche mirar lo que miras" que canta Sabina). ¿Cuántas presentadoras de informativos te cuentan las noticias como si fueran amigas tuyas que acabas de encontrarte en un bar al volver de un viaje y te estuvieran poniendo al día de todo lo ocurrido durante tu ausencia? ¿Cuántas presentadoras de informativos saltan la risa después de una pieza o se ponen a bailar cuando los focos se apagan y sólo se distingue su silueta tras la pieza final? ¿A cuántas presentadoras de informativos les dices a través del televisor "¡adiós guapa!" cuando ella se despide? Sí amigos, eso pasa. A lo mejor incluso le pasó a Felipe VI alguna vez.

domingo, 8 de febrero de 2015

Provocado por la envidia


Anoche en la gala de los premios Goya hubo películas cuya trama se desarrolla en Andalucía, actores andaluces, directores andaluces, cantantes andaluces, premios a banda sonora compuesta por un andaluz y al documental sobre un músico andaluz (un tal Paco de Lucía), humoristas andaluces, premio Goya de honor a un andaluz y parece que tanto acento y tanta gracia a alguno se le atragantó. Fueron varios los tuiteros que señalaban la presencia excesiva de andaluces.

Hoy estoy viendo para martirio de mis vecinos el DVD de "Dos pájaros de un tiro" y en él Sabina habla de Serrat en un momento del concierto como un "catalán de Madrid", me gusta esa definición, me adueño de ella y me la aplico porque llegué a Madrid diez años después de desear vivir en ella. Hace poco volví a ver a Sabina en el mismo recinto en el que está grabado el DVD (el Palacio de Los Deportes de Madrid o como se llame ahora) con motivo de la gira "500 noches para una crisis" y creo que ese disco, "19 días y 500 noches", fue en cierto modo el punto a partir del cual los cantantes andaluces (los que no cantaban flamenco ni copla) dejaron en algunos casos de camuflar su acento como si se avergonzaran de su habla; ese disco creo que supuso un "hablo así y estos son los ritmos que llevo oyendo toda la vida".

Yo tuve la suerte de crecer en un barrio con profusa presencia de andaluces, extremeños y castellanos en el que oía hablar a las señoras en gallego cuando caminaba por la calle (posiblemente era lo único bueno del barrio) pero comprendo que no todo el mundo la habrá tenido y puede que no tenga muy interiorizado el concepto del respeto a la diversidad ni la riqueza cultural que supone.

La envidia sigue siendo el deporte nacional, lo peor es que ahora se suma a la ignorancia y la imperiosa necesidad de ser el más cool del patio de colegio que es Twitter. Y lo que mola es decir que la gala es larga (como si la de los Oscar fuera corta) y que Álex O'Doherty aburrió a las ovejas y que de dónde han salido Alfonso Sánchez y Alberto López (seguramente los que se lo preguntaban no habrán visto "El Mundo Es Nuestro", una de las mejores comedias de los últimos años, ni habrán oído hablar de una obra de teatro llamada "Patente de Corso" hecha a partir de los artículos de Arturo Pérez-Reverte). Y que a mí no me gusta el cine español (paradójicamente suele decirlo gente que presume de ser más español que nadie, de los que se ponen pulseritas y polos con la bandera de España aunque luego no paguen el IVA y se lleven la pasta a Andorra en cuanto pueden) y no les gustan porque dicen que no se entienden los diálogos bien y las películas son cutres (no tienen en cuenta que el sonido que están comparando es el de un estudio de doblaje con el grabado en directo ni la diferencia de presupuesto) y se tragan sin someter al mismo sentido crítico estricto cualquier bazofia de Hollywood.

Pues nada, que yo también tengo envidia, me gustaría tener la mitad de gracia de Dani Rovira y un poquito del talento de Álex O'Doherty. Y me gustó la gala en general. Y "La Búsqueda", "La Isla Mínima", "El Niño", "Ocho Apellidos Vascos", "Todos Están Muertos" y "Magical Girl" también me han gustado.


lunes, 2 de febrero de 2015

Provocado por los nombres de las cosas


En Sevilla hay una relojería que se llama "El taller del tiempo". Me parece una preciosidad de nombre en general y para una relojería en particular. Juan Pablo Silvestre dice que los nombres son importantes, que no es lo mismo llamarse Pepe que Arístides, que no puede afectarte igual que te llames Paco que Pancracio o Eurico. Eso los artistas lo tienen muy claro y se lo cambian sin problema si no les gusta o no les parece muy comercial el suyo. Y en otros países tampoco es tan raro hacerlo sin necesidad de ser artista.

Hay discos de los años noventa que me sigo tragando enteros: alguno de Nirvana, Green Day, Lauryn Hill, Norah Jones. Su nombre, el nombre de todos estos artistas o grupos es bastante representativo en todos los casos por lo que quieren mostrar u ocultar con ellos, según el caso.

Jero Romero suele empezar sus conciertos últimamente cantando "También" en la que dice "un solo nombre que nombre todo lo que llegues a ver" y recuerdo "Nuestros Nombres" de Héroes del Silencio y aquella paradoja que señalaba el Subcomandante Marcos y cantara Pedro Guerra: "para que nos nombraran nos negamos el nombre". Pues eso, que los nombres son importantes o sea que mucho cuidadito con ellos.