miércoles, 5 de septiembre de 2018

Provocado por el éxito de "Me Dejó Marchar"


En el Sonorama del año pasado vi un rato del concierto de Coque Malla y me apunté en el móvil una canción que me gustó, suponía que se llamaba "Me dejó marchar" porque lo repetía varias veces en el estribillo. Hay algunas canciones de Coque Malla que me gustan mucho y esa era una de ellas. No busqué la canción inmediatamente, de hecho no llegué a buscarla y, tras el éxito del videoclip de su concierto en Madrid, he vuelto a ver la nota en el teléfono con el título de esa canción. En el vídeo todo sale bien: Iván Ferreiro está disfrutando como un niño, suena todo de lujo (y suenan muchas cosas), el público del teatro está emocionado (en fin, que el público de Madrid es gloria bendita). Es un vídeo que no puedo evitar reproducir un par de veces seguidas y supongo que le pasa a mucha gente lo mismo y por eso se ha visto casi cuatro millones de veces:

Coque Malla e Iván Ferreiro - Me Dejó Marchar

Hace mucho tiempo que empecé a escribir esto y no se habían lanzado todavía sendos pelotazos de Rosalía: "Malamente" (18 millones de reproducciones y subiendo) y "Pienso en tu mirá" (más de 12 millones de reproducciones). Los vídeos están muy currados y el hecho de que todos los famosos del mundo aparezcan en Instagram cantando tus canciones también ayuda un poquito.


Los discos que espero para después de verano:


- "Diálogos de viejos y nuevos sones" de Rocío Márquez, Fahmi Alqhai, Rahmi Alqhai y Agustín Diassera. No busquéis más, no habrá disco más bonito y original publicado este año. Hace unos meses en Manresa, después de un concierto de este espectáculo, escuché una conversación entre dos parejas de amigos, uno de ellos decía "posiblemente sea la mejor de las jóvenes". Sin duda es la mejor, Rocío crea en cada concierto, crea casi sin darse cuenta porque lo de crear y emocionar parece que es innato en ella, practica la búsqueda constante de la belleza en cada nota que canta, el público es consciente de ello y tiene la certeza de estar ante esa exquisitez a la que tan fácil es acostumbrarse.

- "Lo he vuelto a hacer", el nuevo disco de Vicky Gastelo. La conocí gracias a los programas de Santiago Alcanda en cadenas diversas en los que Quique González y Gastelo caían día sí y día también. Fui a verla a la presentación de "Ahórrate Las Flores" en la FNAC de l´Illa Diagonal, luego la vi como telonera de un concierto de la gira de "Avería y Redención #7" y ya en Madrid la vi varias veces en el Libertad 8, la sala Clamores, la Galileo y ahora hace tiempo que no la veo en directo y tengo muchas ganas de volverla a ver.

Del disco de Gastelo no he oído nada pero seguro que está muy bien porque los anteriores lo estaban y ella escribe que da gusto. Del "Diálogos" espero que sea un exitazo porque la propuesta lo merece.

También espero los discos de César Pop y Jero Romero pero el primero parece que no encuentra el momento para grabar sus nuevas canciones y del segundo no se sabe nada (y creo que no hay mayor consenso en la península ibérica que el suscitado por la necesidad de un nuevo disco de Jero Romero pero ya).

El panorama musical patrio de los últimos treinta años sin Suso Saiz, Refree, Ricky Falkner, Charlie Bautista, Paco Loco, Paco Román, Luis Alberto Segura y alguno más que se me olvide no habría sido el mismo, de hecho casi seguro habría sido bastante peor.

lunes, 20 de agosto de 2018

Provocado por un verano melancólico

Este verano está siendo melancólico en líneas generales por muchos motivos y entre ellos por dos retiradas, dos anuncios de retirada que uno es consciente de que tendrán que producirse algún día pero tampoco hacía falta que fuera tan pronto: la de Dani Pedrosa del motociclismo y la de Mara Torres de La2 Noticias. Aunque desde que ya no se emiten en abierto las carreras de motos y aunque más de una vez me quedara dormido en el sofá esperando a que acabara el insulso documental de turno (programado con el único objetivo de retrasar la emisión de La2 Noticias) no siguiera tan de cerca como me hubiera gustado ambas trayectorias, yo tengo a ambos como referentes y los miraba cuando tenía un mal día como otros miran a la Virgen del Rocío. Cuando Dani volvía a quedar cuarto pero a pesar de ello seguía manteniendo la ilusión para la próxima carrera, cuando volvían a relegar la emisión de La2 Noticias a la una de la madrugada habiendo sido la de la noche anterior a las once y media pero a pesar de ello ahí estaba Mara bailando al final del informativo como si no fuera con ella el agravio. 

También me recuerda el paso de los años. El tiralíneas, el pilotaje más limpio y elegante que hayan visto los circuitos, los comentarios de Ángel Nieto, la caída de Australia en la que Dani se rompió los tobillos después de haber ganado el campeonato matemáticamente, el bloque en el que vivían sus padres y que alguna vez me tocó repartir cuando era cartero en Castellar, el recibimiento en el balcón del ayuntamiento al que pensé en ir pero al final no fui. 

La2 Noticias se caracteriza por la ironía fina de los golpes de José María Coto (todavía me estoy riendo del "eurovisivo discurso"), la zarigüeya, el ministro de la Felicidad de Bután, las carreras más inverosímiles, las exposiciones y conciertos, el tono didáctico de Mara Torres. "Torres y Reyes", la noche del Planeta, la lectura de los libros de Mara y la primera vez que la vi en la firma de El Corte Inglés de Goya, la emoción de que al decirle mi nombre ella me contestara con mi apellido (se lo había aprendido de tanto darle la brasa en Twitter). 

De ambos lo que me admira es su resistencia ante las condiciones más adversas porque a mí me gustaría acercarme aunque fuese de lejos a esa fuerza de voluntad, a esa capacidad de sobreponerse a las dificultades y superar los obstáculos que puedan encontrase en su camino. 

Ojalá no se vayan muy lejos y podamos verlos en otras pantallas para que sigan siendo nuestros referentes.

Contribuye a esa melancolía la escucha obsesiva del "Pequeños, medianos y grandes éxitos" de Luz Casal. ¡Qué colección de maravillas y qué variedad en los arreglos! Canciones que ya no recordaba que me gustan tanto: "Ni tú ni yo", "Pueden ser tantas cosas", "Palabras guardadas", "Te dejé marchar", "Dame un beso", "A veces un cielo"; canciones que me llevan por ejemplo a una cuestión relacionada con la cornamenta de unos conocidos que comentamos en su día mi madre y yo mientras en la radio de la cocina sonaba muy oportuno el "que el amor es un misterio y que importa sólo a dos" de "Besaré el suelo".  

lunes, 11 de junio de 2018

Provocado por la cutrez y la falta de respeto al arte en general

El libro es del 2010 pero no sé si hemos avanzado mucho en este aspecto. Juan Abarca (Mamá Ladilla, Engendro) escribe en Simpatía por el relato (Editorial Drakul) lo siguiente: "no se puede obviar que vivimos en un país, digámoslo ya, cutre. Muy, muy cutre. Un plomizo entorno en el que, si algo se puede hacer un poquito peor, se hace. Y si no, al menos se intenta". En este relato confecciona un irónico manual del que extraigo un par de ejemplos orientado a organizadores de festivales describiendo el terrorífico panorama al que se enfrenta un músico cuando llega a un festival de rock de tamaño pequeño o mediano en un pueblo cualquiera de la geografía patria.





Pues este viene siendo el panorama y me temo que experiencias similares podrían encontrarse en otros estilos y contextos, tal drama no queda circunscrito al rock ni a los festivales de verano. No sé si es soberbia, desidia, una mezcla de ambas o simple desprecio sistemático por toda manifestación cultural debido a una ignorancia enquistada que se sustenta en tópicos y prejuicios.

¿Empezamos a tomarnos en serio a nosotros mismos de una vez? ¿O van a tener que venir otros a decirnos lo buenos que son nuestros artistas para que nos lo creamos igual que vienen a explicarnos nuestra Historia y nuestra Literatura?

Ahora que parece que la Cultura vuelve a merecer un ministerio que se encargue de cuidarla, sin que nadie espere gran cosa de su ministro, vamos a ver si nos sorprende y hace algo el mucho o poco tiempo que dure en el cargo.








domingo, 27 de mayo de 2018

Provocado por la rueda de prensa de esa persona a la que alguna gente votó

"¿Tú qué esperas de la vida?" era la pregunta que siempre nos hacía mi madre a mi hermana y a mí cuando éramos pequeños cada vez que rompíamos o perdíamos algo, suspendíamos (bueno, lo de suspender lo capitalizaba yo) o como reacción a cualquier otra idea peregrina con predecibles consecuencias que tuviéramos entre manos y que no respondiera a los parámetros lógicos y cartesianos del mundo adulto en general. Ahora ya no nos la hace, a lo mejor lo sigue pensando pero ya no nos hace la pregunta, ha desistido. Que es más o menos lo que ha hecho el país entero. La diferencia entre lo que hacen los trabajadores de RTVE cada día (exteriorizándolo cada viernes en forma de luto) y lo que hace el resto de España es de una letra únicamente: ellos lo que hacen es resistir y el resto estamos más en lo de desistir desde hace algún tiempo.


Esa persona que solía huir despavorida cuando se le acercaba un periodista o, haciendo un exceso, aparecer en forma de simulación a través de una pantalla de plasma situada en una sala próxima (realidad virtual de mercadillo), de repente tiene una pataleta porque aquellos que ayer aprobaron sus presupuestos le piden hoy que se vaya, que convoque elecciones o le presentan una moción de censura a raíz de esa sentencia que todos tenemos en mente, le piden que haga algo para variar, cualquier cosa. Y sale todo ofendido, con una expresión de contrariedad mal ensayada a quejarse porque le han quitado el paraguas cuando estaba lloviendo, él lo había dejado tirado en una plaza justo al empezar a llover y resulta que vuelve a por él media hora después y el paraguas ya no está. Si mi madre hubiera estado en esa rueda de prensa (y tuviera un atisbo de esperanza depositada en la clase política actual) seguro que se le habría escapado un "¿tú qué esperas de la vida?".


Esa persona a la que me refiero no parece tener la más mínima intención de irse nunca, ni por la sentencia ni por nada. El "melasudismo" que acuñó Jabois alcanzó la semana pasada su máxima expresión y yo iba a decir que no salgo de mi asombro pero lo peor es que ya he perdido la capacidad de sorpresa, yo también he desistido y no espero nada de esa persona a la que alguna gente votó supongo que creyendo en su ingenuidad que haría algo, desconociendo que el hecho de no hacer nada para él ya es algo.