domingo, 10 de enero de 2016

Provocado por el punto número cuatro

De todos los puntos de la declaración de ayer de la CUP el cuarto es el que a un lector medio le vuela la cabeza. Les faltaba añadir lo de "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa". Están dispuestos a pagar cualquier precio por la independencia y eso incluye humillarse ante quienes en una mano tienen la biblia y en la otra una maleta con destino a otro paraíso (fiscal en este caso), ante quienes consideran que eso de la democracia hay que corregirlo de vez en cuando para permitir el bien superior (el de salvar su culo concretamente). Astut Mas inauguró la cárcel ideal hace poco pero sigue sin verse dentro.

El discurso de Podemos de que ya no hay izquierda ni derecha, que están los de abajo y los de arriba lo ha escenificado perfectamente Convergencia en estos últimos meses. Su único principio es el poder y si para mantenerlo hay que presentarse junto a Esquerra Republicana con el fin de disfrazar una pérdida de votos que habría hecho dimitir a cualquiera, se presenta. Si hay que cambiarse de nombre, se cambia. Lo que haga falta.

Las relaciones de vasallaje del "nuevo país" parece que tendrán mucho que ver con la Edad Media. El futuro es la vuelta al dominio de los señores feudales, eso sí que será un hecho diferencial (o a lo mejor no tanto). Ayer quedó muy claro quién es el patrón.

https://youtu.be/cRHjo0bnM08