viernes, 13 de marzo de 2015

Provocado por Dallas - Memphis

Faltan más de dos meses y ya estoy emocionado. Sé qué ropa me voy a poner, qué zapatos, sé que llegaré pronto y merendaré en la panadería de la esquina una empanada de espinacas prefabricada porque no me habré tenido tiempo de comer nada. Sé que me gustará y que no tocará alguna de mis preferidas porque no puede cantar las ochenta canciones que más me gustan de él. Y sé que en cuanto salga del concierto buscaré una fecha que me cuadre para poder volver a ver ese acto de generosidad que supone por su parte el organizar actuaciones que dan la sensación de encerrarse en un salón con él para escuchar cómo siente ahora sus canciones, las que me han acompañado durante tantos años estudiando, viajando, bailando y llorando.

Es posible que la canción que más me haya obsesionado desde que escuché en la radio hace bastantes años ya "El sitio de mi recreo" de Antonio Vega sea "Dallas - Memphis". No sé cómo lo consigue pero Quique crea con una serie de imágenes, escenas y pensamientos una especie de refugio sonoro que te abraza, te da una palmada en la espalda, es una especie de consuelo triste, de digno abrigo de desolación.


Sí, son 256 veces las que ha sonado "Dallas - Memphis" en mi ordenador hasta hoy y aquí no se incluyen las que la he escuchado en CD, que serán otras cien por lo menos. Mi morro y yo hemos hecho una versión de la misma. Pido perdón por adelantado por el atrevimiento. ¡Y parecía fácil la canción! Pónganse a buscar rimas y ritmo en las palabras, inténtenlo y verán que de fácil no tiene nada. Yo lo he intentado, además de tener el morro de cambiarle la letra a la canción, lo comparto aquí con quien quiera leerla como si fuera una versión buena, todo un despropósito. Pero es que me hacía ilusión, casi tanta como el concierto del 29 de mayo en Galileo.


IBIZA - FORMENTERA


Los secretos duelen más que las mentiras.
Las lolitas hoy estrenan nuevas galas,
tiran besos que ayudan a olvidar
las malas caras.
  
La caliza hace aguas en la tierra.
Ejecutan las olas su partitura,
cierra el viento el bar de Can Rafalet  
despeinando la pena que cura.

Risas nuevas, coches caros.
Te puse alfombra roja y tú tacones.
Se fue dejando algunos cabos sueltos
el humo dorado del ferry.

Sus siluetas brillan más que lo que miras,
saldrías corriendo envuelto en llamas.
Sonríen abrazados llegando al puerto
los que se aman.

Luces raras, cuellos vueltos.
Habitación con baño compartido. 
Se fue dejando algunos cabos sueltos. 


Noches largas, versos huecos.
Cama de noventa y colchón de muelles.
Ibiza - Formentera, ojos cerrados.
El humo dorado del ferry.

El humo dorado del ferry.

sábado, 7 de marzo de 2015

Provocado por el miedo


Junto a la plaza de toros de Las Ventas, sobre el puente de la M-30 duermen diez o doce personas en fila india dentro de sacos de dormir, arropados con mantas, protegidos con cartones delimitando su zona con los carritos de la compra en los que trasladan sus enseres. En Pueblo Nuevo vive un hombre en su furgoneta, tiene un cartel pegado anunciando su situación e indicando a los amigos de lo ajeno que no hay nada de valor en su interior para que no se molesten en romper un cristal o forzar la cerradura. Al caer la tarde asaltan un cubo de basura cinco o seis personas repartiéndose las barras de pan que panaderías y supermercados cercanos han tirado. 

Las personas que duermen sobre el puente de la M-30 no tienen tienda de campaña aunque seguro que no les faltan motivos para estar indignados, sus gritos no son ni mudos ni de los otros, no tienen pancartas, no protestan aunque su presencia allí ya podría constituir una protesta en sí misma.

Es la España que no se recupera; ni el pasado, ni este año ni el que viene. La que hace tiempo que olvidó su número de la Seguridad Social, la que no aparece en las encuestas, la que no vota, a la que no le conceden préstamos ni subsidios porque ya no los pide.

¿Qué podemos esperar de una ministra que deja las políticas de empleo en manos de la Virgen del Rocío? Seguro que la Virgen se hizo ilusiones al recibir el correo electrónico que le enviara la ministra Báñez, pensaría Ro al ver el nombre de la remitente "¡coño, una compi de profesión!", se imaginaría la ingenua Ro que Fátima le iba a proponer que entre romería y romería organizasen un viajecito a Lourdes con Blablacar para hacer un milagrito de todo a cien y no perder la sana costumbre; a continuación imagínense la decepción al descubrir en el cuerpo del mensaje que la mundana petición de la ministra eran unos cientos de miles de puestos de trabajo, para recuperarse un poco en las encuestas más que nada. A eso hay que sumarle un ministro del Interior que condecora con la Medalla de Oro al Mérito Policial a Nuestra Señora María Santísima del Amor (¡tócate los cojones!). Y un ministro de educación y cultura (las minúsculas lo son a propósito) que nos obliga a reconocer nuestra incapacidad para alcanzar por nosotros mismos la felicidad por imperativo curricular. Este panorama tenemos, hermanos. La verdad es que sí que está difícil alcanzar así la felicidad y hasta el fin de mes, estirando el brazo andamos.

Canta El Cabrero en "Pastor De Nubes": 

El miedo me hizo rebelde
En vez de hacerme borrego
Pues eso.