sábado, 6 de diciembre de 2014

Provocado por The Good Wife

¿Por qué estoy tan enganchado a The Good Wife? Me lo pregunté cuando ya me había tragado casi sin darme cuenta tres temporadas. Por aquel entonces ya había alcanzado varias veces el nivel de enganche Breaking Bad, consistente en limitar tus actividades diarias a tres: comer, ver la serie y dormir.

Mi respuesta a esa pregunta que me he hecho varias veces desde que empecé a ver la serie ha ido evolucionando igual que lo ha hecho la serie misma. Lo que me enganchó al principio fue el ritmo trepidante y el montaje magistral y el guión. The Good Wife te recuerda desde el primer capítulo a dos cosas: Ally McBeal y el caso de la becaria de Clinton (lo que Nacho Cano llamó en su día el asunto más famoso del mundo después de Jesucristo). Hay guiños a las dos cosas.

Da la impresión de que la serie ha ido tomándose en serio a sí misma, ha ido abandonando poco a poco la sobriedad aparente y la modestia inicial para mostrar su intención de convertirse en una de las grandes series de la década mediante el creciente protagonismo otorgado por ejemplo a la música y creo que esto merece una mención especial: el uso de los ruidos, los silencios y la música se ha ido convirtiendo en una seña de identidad de la serie. La sintonía de The Good Wife, limitada a tres o cuatro notas musicales, se muestra tras unos minutos de introducción al capítulo sobre unas fotos de la protagonista en blanco y negro con una estética que recuerda a las fotos impresas en revistas. Ignoro si hay precedentes de series que hayan llegado a suprimir su sintonía en varios capítulos si la emoción precedente lo requería.  

La serie te sigue enganchando por los guiones, la evolución de los personajes, la aparición-rescate de actores como Michael J. Fox, Kyle MacLachlan (Twin Peaks, Blue Velvet) Mathew Goode (Match Point), Jill Hennessy (Crossing Jordan), Pam Grier (Jackie Brown), Dylan Baker (Happiness) o Amanda Peet (Falsas Apariencias). Estoy terminando la quinta temporada y creo que vería sin cansarme veinte temporadas más si las hubiera.